Las galletas de limón tienen sus orígenes en la cocina europea, específicamente en países como Inglaterra y Francia. Estas galletas se caracterizan por tener un sabor ácido del limón empleado para dar un toque fresco y especial en preparaciones dulces, como es el caso de receta.
En la actualidad, las galletas de limón son muy populares en todo el mundo y se pueden encontrar con diferentes presentaciones, desde las clásicas redondas hasta las galletas rellenas con crema o con cobertura de limón. Además, se suelen servir como acompañamiento de té o café, ya que su sabor refrescante combina muy bien con estas bebidas.
En cuanto a la tradición, las galletas de limón suelen ser un elemento presente en celebraciones como la Navidad o la Pascua, donde se preparan y se comparten en familia. También se suelen hacer para regalar como detalle o para disfrutar en cualquier momento del año, ya que siempre suelen apetecer.
Las galletas de limón son muy populares en todo el mundo y muy sencillas de preparar, sin prácticamente trabajo, después de hacer la masa se cortan con un molde y se hornean hasta que queden doraditas.
Se les pueden dar diferentes acabados, en esta receta las bañaremos en azúcar glas, y con esto conseguiremos un interior muy suave y tierno por dentro, una delicia probarlas con cada bocado!.
Comenzar precalentando el horno a 180º C, con calor arriba y abajo
Mezclar en un bol la mantequilla a temperatura ambiente y el azúcar hasta obtener una mezcla suave y homogénea.
Añadir el huevo y batir bien.
Agregar la ralladura y el zumo de limón y mezclar nuevamente.
Tamizar la harina y agregarla poco a poco a la mezcla anterior, incorporando también la pizca de sal.
Amasar hasta obtener una masa compacta y uniforme. Meter en el refrigerador durante 30 minutos.
Extender la masa con un rodillo en una superficie enharinada, hasta que tenga un grosor de aproximadamente medio centímetro.
Con ayuda de un cortador de galletas circular, cortar la masa o hacer una bolita y aplastarla un poco.
Llenar un recipiente con azúcar glas e ir rebozando las galletas hasta cubrirlas. Sacudir el excedente.
Pasado el tiempo, colocar las galletas en una bandeja para horno forrada con papel de hornear.
Hornear durante unos 12 a 15 minutos o hasta que estén doradas por los bordes.
Retirar las galletas del horno y dejarlas enfriar completamente sobre una rejilla.
Espolvorear un poco de azúcar glas sobre las galletas para darles un toque extra y listas!.