El pulpo a la gallega es un plato tradicional de la región de Galicia, y su tradición se basa en la forma de cocinar el pulpo de manera sencilla, resaltando su sabor y textura cociendo el pulpo en agua con sal en grandes calderos de cobre, lo que le da un sabor único y espectacular.
Una vez cocido, se corta en rodajas y se sirve en un plato de madera o cerámica, acompañado de una base de patatas cocidas y aliñado con aceite de oliva virgen extra, pimentón dulce y sal gruesa, lo que le transfiere un sabor ahumado que resulta irresistible.
En Galicia, el pulpo forma parte importante de las fiestas y celebraciones, especialmente durante el verano, cuando se suele servir en ferias gastronómicas y festivales, donde se cocina al aire libre en grandes calderos y se sirve en porciones generosas.
Descubre cómo preparar pulpo a la gallega fácil con esta receta tradicional de la cocina española. Un aperitivo estupendo para disfrutar con toda la familia.
Sacar el pulpo del congelador y colocarlo en un recipiente grande. Introducir en el frigorífico durante 24 horas hasta que esté descongelado completamente.
Calentar abundante agua en una cazuela y llevar a ebullición. Introducir el pulpo y sacarlo del agua hirviendo al cabo de 4-5 segundos. Repetir la operación dos veces más.
Dejar el pulpo entero en la cazuela y cocer a fuego medio durante 20-25 minutos con la cazuela tapada.
Transcurrido ese tiempo, sacar el pulpo, escurrir y reservar en un recipiente hasta que se enfríe.
Cortar las patas del pulpo en rodajas con la ayuda de unas tijeras y de un centímetro de grosor. Cortar las patatas cocidas en rodajas y colocarlas formando la base en un plato o fuente de presentación.
Colocar las rodajas de pulpo por encima de la patata y bien distribuidas.
Espolvorear con sal en escamas al gusto, verter un buen chorrito de aceite de oliva virgen extra y añadir pimentón dulce al gusto. Ahora el pulpo a la gallega estará listo para llevar a la mesa,