Las gulas al ajillo son un plato típico de la cocina española, específicamente de la región de Cantabria. Aunque se asemejan a las angulas, las gulas son en realidad un sucedáneo de estas, ya que están hechas a base de surimi de pescado.
La tradición de las gulas al ajillo se remonta a la década de 1970, cuando se comenzó a producir el surimi en la localidad cántabra de Castro Urdiales. A partir de ahí, se popularizó su consumo y se empezó a preparar de diversas formas, siendo la receta al ajillo una de las más comunes.
Para preparar las gulas al ajillo, se necesitan los siguientes ingredientes: gulas, ajos, guindilla, aceite de oliva virgen extra y sal al gusto.
El método de preparación es muy sencillo. Primero, se pelan los dientes de ajo y se laminan. Luego, se calienta el aceite de oliva en una sartén a fuego medio y se añaden los ajos y la guindilla. Se sofríen durante unos minutos hasta que los ajos estén dorados. A continuación, se agregan las gulas y se cocinan durante unos 5 minutos, removiendo constantemente para que se impregnen bien del sabor del ajo y la guindilla. Por último, se añade sal al gusto y se retiran del fuego.
Las gulas al ajillo se suelen servir como aperitivo o como plato principal acompañadas de pan tostado. También se pueden combinar con otros ingredientes como gambas, champiñones o pimientos, para darles un toque extra de sabor.
Las gulas al ajillo son fáciles y rápidas de preparar, vienen estupendamente como tapa o entrante y son mucho más económicas que las angulas. En menos de quince minutos las tienes listas para degustar y seguro que vas a repetir porque están realmente deliciosas.
Sofreír los dientes de ajo laminados en una sartén junto con la guindilla partida por la mitad y con el aceite de oliva a fuego medio hasta que comiencen a dorarse.
Añadir las gulas y saltear durante un par de minutos.
Servir inmediatamente acompañadas de unas tostadas de pan.