Las croquetas de pollo tienen su origen en la cocina francesa y se consideran un plato tradicional en muchos países, incluyendo España y Latinoamérica. La receta original de las croquetas de pollo se remonta al siglo XIX, cuando se comenzaron a hacer con las sobras de carne de pollo.
El método de elaboración de las croquetas de pollo consiste en cocinar y desmenuzar la carne de pollo, mezclarla con una bechamel espesa y dejarla enfriar. Una vez fría, se forman las croquetas en forma de cilindro o bola, se pasan por huevo batido y pan rallado, y se fríen en aceite caliente hasta que estén doradas y crujientes por fuera.
Las croquetas de pollo se pueden acompañar de diversas formas, dependiendo de los gustos y preferencias de cada uno. Algunas opciones populares incluyen servirlas con una ensalada verde fresca, arroz blanco, o un puré de patatas. También se pueden servir como aperitivo o tapa en reuniones con los amigos o en los eventos sociales.
Croquetas de pollo
Hacer unas ricas croquetas de pollo caseras fáciles y rápidas es una buena idea para un aperitivo o entrante. En esta receta encontrarás los ingredientes y los pasos a seguir para conseguir unas croquetas muy cremosas, así como los trucos importantes para que queden bien sabrosas.
Ingredientes para hacer croquetas de pollo
Cómo hacer unas croquetas de pollo
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Preparación de la bechamel
Vertemos en una cazuela la leche y la nata para cocinar. Añadimos una pizca de sal y calentamos a fuego medio mientras lo vamos removiendo con frecuencia.
Justo antes de que comience a hervir, apagamos el fuego y añadimos la carcasa de pollo asado, tapamos la cazuela y dejamos reposar durante 30 minutos. Pasado ese tiempo, retiramos la carcasa.
Mientras tanto, calentamos a fuego medio en una olla el aceite de oliva, añadimos media cebolla bien picada, una pizca de sal y sofreímos durante 5 minutos.
Agregamos la harina y mezclamos bien hasta que quede completamente incorporada. Vertemos un par de cazos de la leche infusionada y mezclamos con la ayuda de unas varillas hasta que se forme una mezcla espesa.
Añadimos otros dos cazos de leche infusionada y volvemos a mezclar hasta integrarla. Vertemos el resto de la leche y cocinamos a fuego medio mientras que continuamos mezclando con las varillas hasta que nos quede una bechamel con cuerpo y sin grumos.
Agregamos la pechuga de pollo asada y bien picada, la nuez moscada y una pizca de pimienta blanca molida. Mezclamos hasta incorporar estos ingredientes, apagamos el fuego, tapamos la olla y dejamos reposar durante 30 minutos.
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Refrigeración de la bechamel
Traspasamos la bechamel a una fuente, extendemos bien, cubrimos con papel film tratando de que no queden burbujas de aire entre el film y la bechamel, y metemos en la nevera durante 4 horas o mejor toda una noche.
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Formar las croquetas y freír
Formamos las croquetas cogiendo una porciones de la bechamel con una cuchara y moldeándolas con las manos.
Las pasamos por huevo batido y pan rallado, colocándolas todas en un plato grande o bandeja. Cubrimos con papel film y metemos las croquetas en el congelador durante 10 minutos.
Ahora solo quedará freír las croquetas en abundante aceite bien caliente y en pequeñas tandas, hasta que nos queden doraditas por todos los lados.
A medida que estén listas, las vamos dejando sobre papel absorbente de cocina para retirar el exceso de aceite.
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